la vita era quella che le dava lui quando la baciava; il resto non valera niente

Italo Svevo.

 

 

Cuando decides esperar y la lluvia inicia a llenar tus manos de agua, recuerdas la pureza del sol, cuando tu rostro siente la dureza del frio la memoria anhela el calor de tus brazos. Imagina, atravesar un río a mitad de una mañana de diciembre, con un calor de disuelve todo este temporal que ensordece el cielo con su gris de oscuridad temprana, imagina que todo ha sido bueno, que puedo tomar tu mano, que los errores han sido esporas de dandeliones que ha sido discipados por tu voz, que puedo decirte ven y llegaras a cubrirme con tu pelo que lleva el aroma de la primavera en la más profunda de las noches. 

Imagina por ahora, es lo único posible.

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